Indigenes en el Cauca

Indigenes en el Cauca

Movimientos de resistencia indígena en el Cauca

Antonia Polheim, Maren Schumann, Nadine Boehnert

Historia de la resistencia

 Ilustración 1: Somos Guerreros milenarios. Los colores de la resistencia: Según la comunidad Nasa visitada, el color rojo representa la batalla y la sangre, y el color verde representa el paisaje y las tierras. Imagen propia.

La resistencia indígena en Colombia tiene una larga historia de opresión, marginación y persecución por parte del estado y otros grupos sociales poderosos, que se remonta a más de 500 años. El comienzo de la resistencia data del comienzo del dominio colonial. La invasión de la corona española en 1535 obligó a lxs indígenas a defenderse, ya que sus territorios y su propio bienestar estaban en peligro (cf. Summereder 2012: 36). En el curso de la dominación colonial y la creciente penetración en el interior del país donde vivían lxs indígenas, lxs colonialistas trataron de imponer sus propios valores, lenguas y religión a lxs indígenas (cf. Lara 2019: 11). Al igual que en muchos otros países, la ocupación por parte del gobierno colonial, especialmente en el interior del país, también en Colombia provocó una gran pérdida de la población indígena. Las enfermedades, pero también el exterminio selectivo de la población indígena la diezmaron radicalmente (cf. Summereder 2012: 36). Sin embargo, la resistencia de los indígenas no siempre fue la misma durante el curso del gobierno colonial, sino que cambió.

Después de la resistencia inicialmente violenta, la estrategia cambió en el siglo XVII, entre otros por Juan Tama de Estrella. Fue uno de los más importantes luchadores de todo el pueblo de la Nasa en ese momento y todavía se le conoce hoy en día. Además, reforzó la conciencia de la Nasa por su cultura y sus tradiciones, ya que subrayó repetidamente la importancia de los territorios para la Nasa (cf. Bonilla 2015: 25). Esta conciencia llevó a un cambio de la violencia a la política. Por eso eligió «el diálogo con la corona española como estrategia de supervivencia» (cf. Summereder 2012: 37). Las innumerables negociaciones que llevó a cabo contribuyeron, entre otras cosas, al reconocimiento de los títulos de propiedad tradicionales de los resguardos. Las «leyes del Tama», de las que habló ante la Corona española, se manifiestan todavía hoy (cf. ibid. 37). En estas «leyes del Tama» dice, entre otras cosas, que el territorio de Nasa siempre debe ser propio y que se debe impedir que otros se apoderen de él (cf. Bonilla 2015: 28). Hoy en día, estas leyes se consideran más bien como un consejo para la defensa continua de su territorio y sus valores. Después de las luchas por la independencia, Colombia se independizó de España en 1819. Sin embargo, la opresión indígena no terminó y las prácticas coloniales de opresión continuaron y los indígenas fueron discriminados. A principios del siglo XX, Manuel Quintín Lame Chantre tuvo una influencia fundamental en las luchas de resistencia indígena. Todavía se le considera uno de los más grandes pioneros de la resistencia indígena en la actualidad. Movilizó a los grupos indígenas contra la opresión de los grandes terratenientes para ofrecer resistencia y ocupar juntos la tierra (cf. Mäusezahl 2019: 13). Apoyó a los grupos en su lucha por los derechos indígenas y los preparó para las disputas con el Estado (cf. Summereder 2012: 41). Además, ayudó a lxs indígenas a mantener sus propias estructuras de vida y de organización (cf. Mäusezahl 2019, 13). Las «Leyes de Tama», inaccesibles para la población indígena por su falta de capacidad de lectura, fueron reafirmadas por Quintín, que hablaba español. Las leyes constituyeron la base de las siguientes luchas, que tenían por objeto la reapropiación de las zonas territoriales tradicionales (cf. ibíd. 2012: 41). El movimiento cambió su estrategia bajo Lame y ahora utiliza medios más políticos, como demandas en los tribunales y quejas en las instituciones políticas (cf. Mäusezahl 2019: 13). A pesar de la represión contra esta insurgencia, las ideas de Lame permanecieron contenidas en su lucha (cf. Drexler 2010: 36).  En los años siguientes también continuó la represión por parte de varios actores: el estado, otros grupos sociales y los paramilitares. Hasta el día de hoy, hay movimientos activos que luchan por diversos objetivos y adoptan diferentes formas de protesta. Formas conocidas de movilización indígena son, por ejemplo, la Liberación de la madre tierra y la Minga, que se nos permitió visitar.

Lxs Nasa

La palabra Nasa (también Paez), es un término para las personas, las plantas, los animales y el mundo espiritual. En Colombia viven alrededor de 200.000 Nasa, la mayoría en la región andina del estado de Cauca (cf. Summereder 2012: 17). Hoy en día viven en los llamados resguardos, que originalmente provienen del período colonial. Allí fueron fundados por los españoles como lugares de control de los indígenas. Sin embargo, hoy en día, el término resguardos se refiere a una comunidad en la que viven de forma autónoma (ibíd. 2012: 9s.). La soberanía alimentaria se intenta establecer a través de su propio cultivo de alimentos (cf. Drexler 2010: 26).  En los resguardos buscan la armonía, la colectividad y la autonomía del Estado (cf. Summereder 2012: 31).  La vida de lxs Nasa está orientada al consenso, basada en el intercambio de bienes como alimentos, ideas y valores y por lo tanto se opone a la acumulación individual de capital. De este modo, rechaza las visiones individualistas del mundo de Occidente y sus motivos económicos en la globalización (cf. ibíd. 2012, 21). Su visión del mundo es la base de la resistencia, tanto en el pasado como en la actualidad. «Resistir significa negarse de manera organizada a obedecer las instrucciones que se dirigen contra la naturaleza» (hombre indígena de Nasa Húber Castro Caliz 2019).

En el trabajo de Summereder (2012), según Guerrero, ha resumido las tres áreas de la actual resistencia civil de la Nasa: «Resistencia a una ley o un orden jurídico injusto; resistencia a un gobierno o estado que viola sistemáticamente los derechos humanos; resistencia a un poder externo que actúa contra la soberanía, la independencia y la libre determinación. El poder no tiene por qué ser militar, sino que también puede ser político, económico o cultural» (Summereder 2012: 21). Debido a la represión diaria, lxs Nasa ha decidido ofrecer su resistencia de forma pacífica, rechazando las formas de violencia y encontrando en su lugar soluciones por medios políticos (ibíd. 2012: 21f).  Juntos luchan por cosas diferentes: El agua, la soberanía alimentaria, la tierra, los derechos humanos y contra la explotación de la tierra y los recursos naturales. «Para ellos es obvio que el sistema económico del capitalismo está destruyendo el planeta. En su búsqueda de acumulación de ganancias destruye la naturaleza y la convierte en una mercancía, por lo que el suelo se destruye, los recursos se agotan y el clima cambia» (Lara 2019: 12). Debido a la continua resistencia, el movimiento también celebra los éxitos, especialmente a través del establecimiento de varias organizaciones.

Organización de los pueblos indígena

El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) fue fundado el 24 de febrero de 1971 en Toribio. El CRIC es la primera organización indígena en Colombia, y otras organizaciones indígenas siguieron más tarde su fundación. El Consejo Indígena del CRIC elaboró un plan de trabajo con nueve puntos, algunos de los cuales ya han sido publicados por Juan Tama. Se trata de la reconquista de la tierra, la ampliación de los resguardos, el fortalecimiento de los cabildos indígenas (órganos de autogestión local), la terminación del pago del arrendamiento de la tierra, el anuncio y la aplicación justa de los derechos de los indígenas, la defensa de la historia, la lengua y las costumbres indígenas, el nombramiento de profesores indígenas, el fortalecimiento de las operaciones comunitarias y la defensa de los recursos naturales de los territorios indígenas (cf. Summereder 2012: 42s.). A través de la fundación del CRIC, se podrían crear estructuras claras para el trabajo en red de los pueblos indígenas, a través de las cuales el proceso de recuperación de la identidad étnica y cultural tenga una base sólida (cf. Bonami 2007: 16). Además, se crearon siete grandes proyectos locales en las comunidades del norte del Cauca. A partir de ellos, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) fue fundada en 1994 en consulta con los cabildos y lxs representantes de los proyectos. La ACIN tiene su sede en Santander de Quilichao, en el norte del Cauca. Hay 14 resguardos y 16 cabildos indígenas agrupados en la ACIN. ACIN trabaja en el sueño colectivo, el Plan de vida. El Plan de vida es un concepto que «incluye la armonía entre todos los seres vivos y una vida en paz y dignidad» (cf. Summereder 2012: 44f). Para ello se toman decisiones en los congresos y en las Mingas (véase Minga), se informa y se distribuyen las próximas tareas. Este procedimiento se conoce como resistencia pacífica de la región del norte del Cauca, aunque siempre se ve amenazada por los conflictos armados de la región. ACIN es un punto de contacto directo para lxs Nasa en el norte del Cauca, ya que permite un examen específico de diversas áreas y la resolución de problemas. Además, la ACIN está directamente subordinada al CRIC para poder implementar sus demandas (cf. ibid. 2012: 44s.).

La Constitución de 1991

Los derechos de los pueblos indígenas y afrocolombianos se incluyeron por primera vez en la Constitución de 1991. Además, tres representantes de los pueblos indígenas participaron en este proceso constitucional, lo que no había ocurrido anteriormente. Entre estos tres representantes se encontraban un representante de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), un representante de la Alianza Indígena de Colombia (AICO) y un representante del CRIC. Esta constitución respondía a las demandas de los pueblos indígenas y a los derechos por los que habían luchado durante más de 500 años (cf. Summereder 2012: 48s.). Una consecuencia importante de la Constitución es que se reconoce a los pueblos indígenas como los primeros pobladores y ya no se les ignora (cf. ibid. 2012: 51).

En la constitución del 4 de julio de 1991 se fijaron, entre otros, los siguientes objetivos

  • «El derecho a existir como pueblos con cultura propia en un país reconocido como multiétnico y multicultural y a ser diferente […];
  • El derecho a la autonomía territorial con la conversión de los territorios indígenas en entidades territoriales indígenas […];
  • El derecho a la autonomía política y administrativa con sus propias autoridades […];
  • El derecho a la autonomía económico-ambiental con políticas y planes de desarrollo propio […];
  • El derecho a la autonomía jurídica con su propia jurisdicción […];
  • El derecho a la autonomía cultural y educativa […];». (Constitución de 1991; ibid. 2012: 49).

Con el fin de implementar con éxito esta constitución escrita, el CRIC informó primero a la población sobre los derechos recién adquiridos y luego estableció proyectos de salud, educación y capacitación para representarlos ante el Estado. A continuación, se eligieron senadores, representantes de la cámara, alcaldes, diputados y concejales. En 2000, Taita Floro Tunubala fue la primera persona indígena de América Latina en ser elegida como gobernador por dos años (cf. ibíd. 2012: 50). Sin embargo, por parte del gobierno, los acuerdos legales firmados permanecieron en su mayoría incumplidos. Como resultado, lxs indigenas del Cauca en el resguardo La María en 1999 organizaron una movilización en la que miles de indígenas se reunieron durante 11 días y bloquearon la Panamericana. El bloqueo se disolvió cuando el viceministro firmó el decreto 982 (acuerdo sobre inversiones en territorio, medio ambiente, salud, educación), que había permanecido incumplido por el gobierno durante 10 años (cf. ibíd. 2012: 50s.).

Un factor importante de la constitución fue el hecho de que los pueblos indígenas pudieron reclamar sus derechos ante el estado a través de instrumentos legales, creando así el primer paso hacia la participación. Especialmente la demanda de tutela, que determina el derecho a solicitar una medida cautelar, es importante para los pueblos indígenas. De esta manera se garantiza que se les consulte antes de que se ejecuten los proyectos en sus territorios (cf. ibíd. 2012: 51).   

La Liberación de la Madre Tierra

Durante nuestra excursión se nos permitió visitar el movimiento indígena Liberación de la Madre Tierra de la comunidad indígena Nasa. El movimiento se ve a sí mismo como anticapitalista y lucha principalmente contra los monocultivos de la tierra por parte de grandes corporaciones en el norte del Cauca. El objetivo central del movimiento es la expropiación de las tierras agrícolas de las corporaciones que cultivan los monocultivos de caña de azúcar en estas grandes áreas para el procesamiento y la producción de agrospray (cf. anonymisierte Liberadora 2019: 18). El nombre del movimiento, así como su idea básica, se basa en la idea cosmológica de la tierra como madre de todos los seres humanos, que debe ser liberada de la explotación con fines de lucro. En una entrevista de Ortíz und Schüller con una activista del movimiento, ella describe la Liberación como un ataque contra el capitalismo y contra la esclavitud de la Madre Tierra por parte de las corporaciones (cf. ibíd. 18). Se trata de una liberación de la tierra, el agua y el aire, que están contaminados con pesticidas por la agricultura (cf. ibíd. 19). Según los libertadores que visitamos, esto no sólo tendría un efecto negativo en la naturaleza, sino también en todas las personas. La protesta tiene por objeto restablecer el equilibrio entre la Madre Tierra y sus habitantes (cf. ibíd.):

«Significa volver a poner la tierra en armonía con las personas que viven de ella y para ella» (ibíd. 18).

Además de la cosmología, la cuestión de la tierra y la distribución de la tierra es central. Así, el movimiento persigue el objetivo de una distribución justa de la tierra para el uso común de la misma y contra la posición de monopolio de las corporaciones agrícolas (cf. ibíd. 18). 

Ilustración 2: Banner en el lugar de la liberación visitado. Imagen propia.

En el camino hacia nuestro lugar de encuentro con los Liberadores y Liberadoras de la Madre Tierra, pasamos por delante de las aparentemente interminables plantaciones de caña de azúcar durante mucho tiempo. Finalmente llegamos a nuestro destino: un lugar de liberación. Según lxs liberadores/as, hay siete lugares de liberación en el Cauca y en Colombia donde el movimiento ya ha podido llevar a cabo su protesta contra las corporaciones agrícolas. En el lugar nos recibieron lxs liberadores/as actuales con mucha franqueza y nos sentimos muy bienvenidos. La Finca, que se nos permitió visitar, consistía en un área descubierta y construía construcciones protectoras de bambú y lonas. Debajo de éstas se extendían hamacas y había bancos hechos de tablas. Nos recibieron con tortas planas de plátano y chicha y nos presentaron a los demás y a nuestros respectivos intereses. Después un Liberador nos dijo algo sobre el movimiento y sus objetivos. La liberación concreta de la Madre Tierra se logra cortando la caña de azúcar que crece en las plantaciones y cultivando nuestra propia comida y plantando nuevos árboles. Un lugar de liberación debe reunir a lxs liberadores/as y proporcionar un lugar educativo para el movimiento. Además, los lugares de liberación deben ser utilizados colectivamente y deben crearse asentamientos en los que las comunidades puedan vivir y utilizar la tierra. En total, las siete fincas han liberado ya unas 3.000 ha de monocultivos (cf. ibid. 19). Según lxs liberadores/as que visitamos, el lugar de nuestra visita fue ocupado en el otoño de 2015 y abarca una superficie de unas 120 hectáreas.   

Ilustración 3: Monocultivo de caña de azúcar. Imagen propia.
Ilustración 4: Banner informativo en el lugar de la liberación visitado. Imagen propia.

En Colombia, hay un número creciente de inversiones de las empresas transnacionales, que se remonta a la mayor apertura del país al mercado mundial. Especialmente bajo el gobierno de Santos, las inversiones extranjeras fueron bienvenidas para promover el desarrollo económico de Colombia. En el norte del Cauca, el gobierno colombiano está otorgando así títulos de propiedad de la tierra a las empresas transnacionales que cultivan monocultivos a gran escala en la zona. Sin embargo, en el curso de este proceso, los derechos a la tierra de la población indígena local son a menudo violados por la expropiación de la tierra y las comunidades son desplazadas porque las empresas ponen sus intereses económicos por encima de los de lxs habitantes y las comunidades locales de lxs NASA (cf. Summereder 2012: 63ss.).  Según los liberadores y liberadoras visitados, las empresas transnacionales son propietarias de 380.000 hectáreas de plantaciones de caña de azúcar en el norte del Cauca. Al mismo tiempo, cerca de 24.000 personas de la comunidad Nasa viven en la zona, de las cuales, según sus propias declaraciones, sólo el 50% tiene acceso a la tierra.        

El activista indígena Manuel Quintín Lame Chantre desempeñó un papel importante en este contexto y en el desarrollo del movimiento (cf. Mäusezahl 2019: 13). En la década de 1970, comenzaron nuevas ocupaciones de tierras, siguiendo su ejemplo, por parte de las comunidades Nasa, que buscaban reapropiarse de las tierras (cf. anonymisierte Liberadora 2019: 18). En 1991 se produjo la «masacre de El Nilo», el asesinato de 20 libertadores que, según los libertadores que visitamos, fueron asesinados por el gobierno después de una ocupación de tierras. Esto ha llevado a un estancamiento de los movimientos de protesta. Sin embargo, en 2005 surgió un nuevo auge y se fundó la Liberación de la Madre Tierra como protesta contra los efectos ecológicos y sociales del sistema capitalista y por la reapropiación de tierras en beneficio de las comunidades nasa y más allá (cf. ibíd. 18). Según el movimiento, las primeras liberaciones de fincas en el curso del movimiento tuvieron lugar entre 2013 y 2015. Como resultado de esto y de la resistencia estatal asociada, se han producido muchas violaciones de los derechos físicos y humanos.            

Después de las charlas, lxs liberadores/as nos mostraron la finca y los alrededores.

Ilustración 5: Visita de los alrededores. Imagen propia.

Nos hablaron de la resistencia contra los actores estatales que en el pasado trataron repetidamente de desalojar la finca. “El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), fuerza especial de la policía, que es responsable del control de los grupos insurgentes y del restablecimiento del orden, se acercó a nosotros.” El gobierno de Santos trató de detener la protesta del movimiento indígena con varios métodos, como la represión y los ataques a lugares de liberación. En total, desde el comienzo del movimiento, se han producido más de 300 ataques, con ocho muertos y 600 heridos. Además, se destruyeron aletas y alimentos. Otros métodos son el enjuiciamiento penal de los liberadores y las liberadoras y la degradación pública o de los medios de comunicación de las comunidades Nasa. En el pasado, al movimiento se le ha ofrecido dinero y beneficios para abandonar la protesta (cf. ibíd. 2019: 19). Según su propia información, en los últimos 40 años se han firmado 1200 acuerdos entre el estado y los grupos indígenas de Colombia, los cuales no han sido respetados ni implementados por parte del estado. Por lo tanto, se rompió la confianza en el estado y no hubo más diálogo ni negociaciones, ya que no se debe repetir el error de trabajar junto con el gobierno. Lxs liberadores/as también nos hablaron de varias acciones que forman parte de la protesta, además de la liberación planeada de otros lugares. Se ofrecen regularmente talleres políticos, por ejemplo, que tratan de la historia del movimiento y de la comunidad de lxs Nasa. También se organizan mingas (véase más abajo), en las que se corta la caña de azúcar, se siembran alimentos y se organizan reuniones locales e internacionales de los activistas (cf. ibíd. 20). Se ha previsto una reunión de todos los libertadores para agosto de 2019 con el fin de crear oportunidades para el intercambio y la creación de redes. El objetivo es la descolonización activa y el derribo de las vallas, que debe dirigirse contra las instituciones poderosas. Además, se ofrecerán talleres sobre temas como los procesos políticos, la agricultura de subsistencia y las técnicas, las luchas, la cultura, la música, el arte y los medios de comunicación. La segunda Marcha de la Comida también tuvo lugar entre el 25 y 26 de mayo de 2019. Esta «marcha de protesta por la comida» (Ortíz und Schüller 2019: 20) era, según sus propias declaraciones, autogobernado, sin el apoyo de ONGs u organizaciones similares, organizado por el movimiento y representaba un intercambio de persona a persona sin ninguna intervención del estado. El objetivo era la difusión y distribución de los alimentos cultivados por el movimiento en los propios resguardos. Para ello se cargaron varios camiones y se distribuyeron los alimentos en un plazo de dos días en barrios marginales de varias grandes ciudades como Medellín, Cali y Bogotá. También cocinaron y comieron juntos. La segunda Marcha de la Comida se financió únicamente con donaciones privadas y la venta de material informativo.

La Liberación de la Madre Tierra y sus acciones de protesta son, según sus propias declaraciones, sobre la resistencia al sistema capitalista y una acusación al Estado, al que el movimiento culpa de acciones irresponsables, del robo de tierras y de la colaboración con los grupos paramilitares. Se supone que el movimiento debe crear algo nuevo más allá del sistema capitalista. Las acciones pretenden vincular a los activistas y a los diversos movimientos anticapitalistas, ya que sólo juntos se puede llevar a cabo una liberación de la Madre Tierra. Por lo tanto, todas las personas del mundo están llamadas a unirse al movimiento local y global y a difundir el mensaje de protesta, porque cada lugar puede convertirse en un lugar de liberación y cada persona puede ser liberadora de la Madre Tierra en todas partes. La solidaridad también puede mostrarse difundiendo y presentando la lucha de los indígenas en su propio país, mediante conferencias y talleres o participando y organizando manifestaciones contra la represión del gobierno colombiano contra su propio pueblo. Las donaciones financieras también pueden hacer posibles las futuras reuniones y acciones de los liberadores. En última instancia, lo más útil es convertirse en liberadores en la Madre Tierra y ser activos, para dirigir las propias luchas anticapitalistas y así apoyar la protesta del movimiento (cf. ibíd.).

«Seguiremos liberando a la Madre Tierra para que la vida continúe […]. Para que las personas se enamoren de la vida y para que en todos los rincones del mundo se pongan en marcha para liberar a la Madre Tierra» (ibíd.).

Más información sobre la protesta y las acciones en:             
Página web oficial: https://liberaciondelamadretierra.org/ 
Página de Facebook: https://www.facebook.com/Libertad-para-la-Madre-Tierra-1732276980337038/?fref=ts                 

Minga

Por la tarde tuvimos la oportunidad de visitar la actual Minga, en la que participaron activamente unas 20.000 personas. Nos recogieron en nuestro alojamiento y nos llevaron en cinco camionetas a lo largo de la Panamericana, que estaba bloqueada en cierto punto debido a la Minga. La palabra Minga viene del quechua (cf. Bedoya 2019: 16) y describe por un lado el trabajo y la acción colectiva de lxs indígenas (por ejemplo, la cosecha conjunta o la construcción de una escuela), que es decidido y apoyado por toda la comunidad, por otro lado, es el nombre de lxs indígenas del Cauca desde hace varios años por sus grandes manifestaciones y movilizaciones (cf. Schüller 2016). La palabra Minga es, por lo tanto, la expresión de un sentido de comunidad y de responsabilidad mutua. La Minga de protesta es el término para una protesta y resistencia común. A ella se han unido pequeñas comunidades campesinas y afrocolombianas, partes de la oposición civil y otros movimientos sociales (cf. ibíd.).

Lxs indígenas del Cauca están entre los impulsores de la oposición civil en Colombia. Muchas de las protestas y actos de resistencia a nivel nacional emanan de ellas (véase Schüller 2016). En 2004 se realizó una movilización masiva a partir del Cauca. Fue la «Minga por la vida, la justicia, los amigos, la autonomía y la libertad» (Bedoya 2019: 14). Alrededor de 70.000 indígenas, pequeños/as agricultores/as y otros grupos sociales se manifestaron en el camino de Santander de Quilichao en el Cauca a Cali con el objetivo de llamar a la sociedad a formar su propio gobierno. Este tipo de movimiento de protesta se había inspirado en el tipo histórico de resistencia indígena (cf. ibíd.). Las movilizaciones también tuvieron lugar en los años siguientes. El movimiento Minga se convirtió en un amplio movimiento de protesta, que en 2008 llegó a la capital, Bogotá, con 30.000 personas. La protesta se dirigió contra las políticas neoliberales (especialmente el planificado acuerdo de libre comercio con los EE. UU.), la militarización, la represión general del gobierno de extrema derecha, el ejército, la policía y los paramilitares. La manifestación condujo a un cierre de filas con los sindicatos y su organización paraguas CUT, así como a un diálogo con el presidente derechista Uribe, que no hizo ninguna concesión (cf. Schüller 2016).

A pesar de los pocos cambios concretos que se han logrado en la economía y la política, la Minga es una parte importante de la oposición civil colombiana y en 2010 participó de manera decisiva en la fundación del «Congreso de los Pueblos» como contrapartida al «Congreso de la República». El «Congreso de los Pueblos» es un movimiento social en Colombia que une a personas, grupos y organizaciones (por ejemplo, mujeres, estudiantes, sindicalistas, pequeños/as agricultores/as, comunidades indígenas y afro-liberales, activistas medioambientales, trabajadores/as culturales) con el fin de defender los derechos universalmente válidos (cf. Schüller 2016). En la actualidad, la Minga ha contribuido a «romper con el miedo, diversificar las luchas sociales, apropiarse de la historia propia y plantear la cuestión de un futuro común» (Bedoya 2019: 15). Quedó claro que es posible administrarse sin el apoyo del Estado, involucrando a los más diversos sujetos sociales y sin perder «la mística y el amor por la lucha» (ibíd.). Las camionetas en las que estábamos sentados fueron dejadas pasar después de inspeccionar las miradas de las personas de control en los controles de carretera. Poco a poco nos llevaron por el camino, alrededor de barreras construidas con piedras y troncos de árboles. La Panamericana se dirigió hacia arriba y el viaje terminó para nosotros en una montaña en medio de un campamento construido. Era una imagen contraria a lo que esperábamos. Cuando salimos de las camionetas oímos música, había un bullicio entre las carpas que nos recordaba a un festival de música. El sol apenas comenzaba a ponerse y coloreaba el cielo en tonos pastel. Esperábamos mucho, pero no llegar a un lugar que parecía tan tranquilo por el momento después de las barricadas.

 Ilustración 6: Bloqueos de carreteras en la Panamericana. Imagen propia

 

 Ilustración 7: La Minga visitada. Imagen propia
 Ilustración 8: La Minga. Imagen propia.

Los campamentos de tiendas de campaña estaban repartidos en varios picos de montaña, divididos según los diferentes campamentos en los pueblos del Cauca. Hubo indígenas, afrocolombianos/as, campesinos/as y varios otros grupos que trabajaron juntos en la acción de resistencia.

La Minga es un movimiento de resistencia civil que lucha por el cambio social y los políticos antisistémicos (cf. Petras 2005: 220). Las formas de resistencia civil siempre dependen del contexto. Incluyen la ideología, el tipo de sociedad y el tipo de estado que debe ser fortalecido, cambiado o destruido (cf. Salazar Posada: 34). Su objetivo es estar permanentemente activo y exige acciones político-estratégicas para defender los derechos culturales de las minorías sociales (cf. Klein; Legrand 1999: 17). El movimiento Nasa es también una interfaz entre el gobierno y las comunidades, la cual está dada por la fundación de organizaciones como CRIC y ACIN. Actualmente, el CRIC es corresponsable de la organización de los controles de carretera. Nos enteramos de esto en una conversación con uno de los manifestantes, que también nos contó de la razón y los objetivos de la Minga. La demanda básica al gobierno era que el Presidente Duque viniera a la zona de la Minga para poder entablar un diálogo constructivo. Los representantes siempre se movilizan cuando el gobierno viola los derechos del pueblo. Las metas y demandas al gobierno son proteger la naturaleza de la deforestación y la minería, así como terminar con el uso de la energía hidroeléctrica en el Páramo. Además, las semillas tradicionales deben ser utilizadas para mantener el equilibrio biológico.

El gobierno está llamado a respetar y defender los derechos humanos, a defender los derechos de los pueblos y a crear las bases sociales, culturales y económicas. Para él es necesario desmantelar las estructuras paramilitares, lo que permitirá, entre otras cosas, proseguir con el tratado de paz. También se deben reanudar las conversaciones con el ELN y levantar las restricciones a la libertad de reunión y manifestación. Esto sería un gran paso hacia la autodeterminación y la autonomía de los grupos indígenas, que es lo que se está pidiendo. Además, el gobierno está llamado a contrarrestar la privatización de las telecomunicaciones. En resumen, los hombres y mujeres de todas las edades reunidos en la Minga están protestando y exigiendo el cumplimiento de los derechos y la aplicación de las normas que ya les ha prometido el Estado. Además, hay manifestaciones en contra de los ajustes de la Justicia Especial para la Paz (JEP), ya que éstos destruyen la posibilidad de reparación y justicia dentro de la sociedad colombiana. A partir de las numerosas manifestaciones y protestas, es evidente que existe un gran descontento en la sociedad colombiana. Las demandas de los movimientos de protesta siempre han sido una oportunidad directa para negociar con las agencias gubernamentales, pero los manifestantes siempre han sido reprimidos y atacados por las fuerzas de seguridad del estado.

Últimas noticias

Resumen del curso de la Minga:

Del 13 de marzo al 6 de abril, más de 15.000 indígenas, afrocolombianos*as y campesinos*as del Cauca se declararon en huelga. Ocuparon una de las rutas comerciales más grandes de América del Sur, la Panamericana. Una de las principales demandas de la Minga fue que el presidente Iván Duque llegara al lugar para discutir sus demandas con los afectados. Se trataba sobre todo de los acuerdos que se hacían repetidamente entre el Estado, las organizaciones y los actores, y que no se respetaban. Además, los manifestantes se defendieron contra la violación de sus derechos en cuestiones de propiedad de la tierra, reformas agrarias, protección del medio ambiente y de las personas, etc. y el incumplimiento del tratado de paz. Sin embargo, el presidente se negó a venir durante semanas y sólo envió representantes, por lo que las protestas continuaron durante mucho tiempo. El 5 de abril se realizaron finalmente las negociaciones, en las que se presentó un paquete de inversiones, tras las cuales los manifestantes pusieron fin al bloqueo de la Panamericana. La Minga estaba controlada tanto por la policía como por el ejército, ya que las protestas fueron criminalizadas por el presidente Duque. Según el artículo de la revista Latin American News, más de 100 manifestantes fueron heridos y 11 asesinados (cf. Rüger 2019 https://lateinamerika-nachrichten.de/artikel/sozialer-protest-zwischen-hoffnung-und-polarisierung/).

13.04.2019: Nueve activistas asesinados*as y 88 heridos*as – los frentes se endurecen. La visita de Duque fue anunciada para el 9 de abril, pero fue cancelada a último momento. Se suponía que las negociaciones se llevarían a cabo a puerta cerrada, pero los manifestantes de la Minga se negaron a ello (cf. Dießelmann 2019 https://amerika21.de/2019/04/224877/indigene-streik-kolumbien).

6.04.2019: Acuerdos alcanzados con el gobierno colombiano: alrededor de un billón de pesos fueron puestos a disposición para mejorar las condiciones de vida. El Panamericana fue liberado nuevamente el 5 de abril.  El acuerdo se firmó el mismo día. El Ministro del Interior y el Comisionado de Paz, así como el Director del Departamento Nacional de Planeación firmaron las inversiones para vivienda, proyectos agrícolas, infraestructura, protección, etc. A pesar de la apertura de las carreteras, Duque no vino, por lo que todavía hay reuniones (2019 https://www.npla.de/poonal/minga-gewinnt-kraeftemessen-praesident-duque-gibt-nach/).

4.4.2019: El día anterior ocurrieron varios ataques contra los manifestantes. La Universidad del Valle en Cali se solidarizó con las protestas. A esto le siguió una explosión en la cafetería de la universidad, mientras que al mismo tiempo se atacaron edificios de varias organizaciones. A pesar de los ataques, más organizaciones, sindicatos y estudiantes siguen mostrando su solidaridad (cf. Dießelmann 2019 https://amerika21.de/2019/04/224597/protest-kolumbien).

2.04.2019: Las discusiones con el gobierno se terminaron por el momento, ya que otra condición era la protección de su delegación y de sus vidas. El Comité de Disputas no quiere negociar sin una garantía para su vida. Los partidarios en todo el mundo exigen que el presidente cumpla con las exigencias (cf. Dießelmann 2019 https://amerika21.de/2019/04/224478/indigene-minga-kolumbien-2019).

27.03.2019: Varios miles de personas se unieron a la huelga general, a pesar de la conmoción después del ataque. Posteriormente, Duque liberó diez billones de pesos para la región autónoma indígena. Sin embargo, esto es todavía demasiado poco para la ONIC. Las exigencias financieras, sin embargo, son sólo una parte. Las demandas de reconocimiento y contra la opresión son mucho más fuertes. Duque quiere invitar a una delegación a Bogotá. Anteriormente había representantes del gobierno en el lugar, pero sin autoridad para tomar decisiones (cf. Pérez 2019 https://amerika21.de/2019/03/224186/protest-kolumbien-waechst).

23.03.2019: Después de una explosión en un terreno baldío, 8 manifestantes murieron preparando la llegada de otros manifestantes. Lxs activistas exigen más protección. Una semana antes, también se habían producido violentos enfrentamientos con la ESMAD. El presidente no comenta los asesinatos, sino la muerte de un policia (cf. Dießelmann 2019 https://amerika21.de/2019/04/224067/indigene-sterben-bei-protest-kolumbien).

20.03.2019: Graves enfrentamientos entre policías y manifestantes. Panamericana está ocupada desde hace casi una semana. Las pérdidas económicas se estiman ya en varios millones de euros. ESMAD intervino para controlar las rutas de tráfico alternativas. Los militares han lanzado bengalas sobre los campamentos, lo que por lo demás se considera un signo de bombardeo inminente (cf. Dießelmann 2019 https://amerika21.de/2019/03/223978/proteste-von-indigenen-kolumbien)

16.03.2019: Alrededor de 20.000 personas se han unido ya a la Minga. La Panamericana ha sido cerrada. Durante la Minga hay eventos, grupos de discusión y debates. Los manifestantes exigen una reunión personal con el presidente. Quieren que se implemente el tratado de paz. Sin embargo, sólo vino el Ministro del Interior, sin ninguna sugerencia o autoridad (cf. Jablonski 2019 https://amerika21.de/2019/03/223778/indigene-kolumbien-im-streik).

13.03.2019: Más de 15.000 manifestantes en la Minga. Se anunció que sólo el Ministro del Interior vendrá a la Minga (cf. Beutler 2019 https://blickpunkt-lateinamerika.de/artikel/indigene-fordern-keine-einmischung-in-venezuela/).

Bibliografía

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    Online verfügbar unter: http://ila-web.de/ausgaben/421/so-geht-die-befreiung-der-erde (Último acceso: 30.05.2019).
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  • Klein, A. & Legrand, T. (1999): Neue soziale Bewegungen: Impulse, Bilanzen und Perspektiven. Opladen/Wiesbaden.
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  • Mäusezahl, M. (2019): Quintín Lame – Begründer der indigenen Bewegung im Cauca. En: Zwischenzeit e.V. (ed.) (2019): Land, Kultur und Autonomie. Die indigene Bewegung im Cauca (Kolumbien). 13. Münster.
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  • Summererder, M. (2012): Gewaltfreier Widerstand der Nasa. Ein indigenes Volk zwischen den Fronten des bewaffneten Konflikts in Kolumbien. Diplomarbeit. Wien.
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Ilustraciónes:

Ilustración 1: Somos Guerreros milenarios. Los colores de la resistencia: Según la comunidad Nasa visitada, el color rojo representa la batalla y la sangre, y el color verde representa el paisaje y las tierras. Imagen propia.
Ilustración 2: Banner en el lugar de la liberación visitado. Imagen propia.
Ilustración 3: Monocultivo de caña de azúcar. Imagen propia.
Ilustración 4: Banner informativo en el lugar de la liberación visitado. Imagen propia.
Ilustración 5: Visita de los alrededores. Imagen propia.
Ilustración 6: Bloqueos de carreteras en la Panamericana. Imagen propia
Ilustración 7: La Minga visitada. Imagen propia
Ilustración 8: La Minga. Imagen propia.