Minga

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Por la tarde tuvimos la oportunidad de visitar la actual Minga, en la que participaron activamente unas 20.000 personas. Nos recogieron en nuestro alojamiento y nos llevaron en cinco camionetas a lo largo de la Panamericana, que estaba bloqueada en cierto punto debido a la Minga.

La palabra Minga viene del quechua (cf. Bedoya 2019: 16) y describe por un lado el trabajo y la acción colectiva de lxs indígenas (por ejemplo, la cosecha conjunta o la construcción de una escuela), que es decidido y apoyado por toda la comunidad, por otro lado, es el nombre de lxs indígenas del Cauca desde hace varios años por sus grandes manifestaciones y movilizaciones (cf. Schüller 2016). La palabra Minga es, por lo tanto, la expresión de un sentido de comunidad y de responsabilidad mutua. La Minga de protesta es el término para una protesta y resistencia común. A ella se han unido pequeñas comunidades campesinas y afrocolombianas, partes de la oposición civil y otros movimientos sociales (cf. ibíd.).

Lxs indígenas del Cauca están entre los impulsores de la oposición civil en Colombia. Muchas de las protestas y actos de resistencia a nivel nacional emanan de ellas (véase Schüller 2016).

En 2004 se realizó una movilización masiva a partir del Cauca. Fue la «Minga por la vida, la justicia, los amigos, la autonomía y la libertad» (Bedoya 2019: 14). Alrededor de 70.000 indígenas, pequeños/as agricultores/as y otros grupos sociales se manifestaron en el camino de Santander de Quilichao en el Cauca a Cali con el objetivo de llamar a la sociedad a formar su propio gobierno. Este tipo de movimiento de protesta se había inspirado en el tipo histórico de resistencia indígena (cf. ibíd.).

Las movilizaciones también tuvieron lugar en los años siguientes. El movimiento Minga se convirtió en un amplio movimiento de protesta, que en 2008 llegó a la capital, Bogotá, con 30.000 personas. La protesta se dirigió contra las políticas neoliberales (especialmente el planificado acuerdo de libre comercio con los EE. UU.), la militarización, la represión general del gobierno de extrema derecha, el ejército, la policía y los paramilitares. La manifestación condujo a un cierre de filas con los sindicatos y su organización paraguas CUT, así como a un diálogo con el presidente derechista Uribe, que no hizo ninguna concesión (cf. Schüller 2016).

A pesar de los pocos cambios concretos que se han logrado en la economía y la política, la Minga es una parte importante de la oposición civil colombiana y en 2010 participó de manera decisiva en la fundación del «Congreso de los Pueblos» como contrapartida al «Congreso de la República». El «Congreso de los Pueblos» es un movimiento social en Colombia que une a personas, grupos y organizaciones (por ejemplo, mujeres, estudiantes, sindicalistas, pequeños/as agricultores/as, comunidades indígenas y afro-liberales, activistas medioambientales, trabajadores/as culturales) con el fin de defender los derechos universalmente válidos (cf. Schüller 2016).

En la actualidad, la Minga ha contribuido a «romper con el miedo, diversificar las luchas sociales, apropiarse de la historia propia y plantear la cuestión de un futuro común» (Bedoya 2019: 15). Quedó claro que es posible administrarse sin el apoyo del Estado, involucrando a los más diversos sujetos sociales y sin perder «la mística y el amor por la lucha» (ibíd.).

Las camionetas en las que estábamos sentados fueron dejadas pasar después de inspeccionar las miradas de las personas de control en los controles de carretera. Poco a poco nos llevaron por el camino, alrededor de barreras construidas con piedras y troncos de árboles. La Panamericana se dirigió hacia arriba y el viaje terminó para nosotros en una montaña en medio de un campamento construido. Era una imagen contraria a lo que esperábamos. Cuando salimos de las camionetas oímos música, había un bullicio entre las carpas que nos recordaba a un festival de música. El sol apenas comenzaba a ponerse y coloreaba el cielo en tonos pastel. Esperábamos mucho, pero no llegar a un lugar que parecía tan tranquilo por el momento después de las barricadas.

Ilustración 6: Bloqueos de carreteras en la Panamericana. Imagen propia
Ilustración 7: La Minga visitada. Imagen propia
Ilustración 8: La Minga. Imagen propia.

Los campamentos de tiendas de campaña estaban repartidos en varios picos de montaña, divididos según los diferentes campamentos en los pueblos del Cauca. Hubo indígenas, afrocolombianos/as, campesinos/as y varios otros grupos que trabajaron juntos en la acción de resistencia. La Minga es un movimiento de resistencia civil que lucha por el cambio social y los políticos antisistémicos (cf. Petras 2005: 220). Las formas de resistencia civil siempre dependen del contexto. Incluyen la ideología, el tipo de sociedad y el tipo de estado que debe ser fortalecido, cambiado o destruido (cf. Salazar Posada: 34). Su objetivo es estar permanentemente activo y exige acciones político-estratégicas para defender los derechos culturales de las minorías sociales (cf. Klein; Legrand 1999: 17). El movimiento Nasa es también una interfaz entre el gobierno y las comunidades, la cual está dada por la fundación de organizaciones como CRIC y ACIN.

Actualmente, el CRIC es corresponsable de la organización de los controles de carretera. Nos enteramos de esto en una conversación con uno de los manifestantes, que también nos contó de la razón y los objetivos de la Minga. La demanda básica al gobierno era que el Presidente Duque viniera a la zona de la Minga para poder entablar un diálogo constructivo. Los representantes siempre se movilizan cuando el gobierno viola los derechos del pueblo. Las metas y demandas al gobierno son proteger la naturaleza de la deforestación y la minería, así como terminar con el uso de la energía hidroeléctrica en el Páramo. Además, las semillas tradicionales deben ser utilizadas para mantener el equilibrio biológico.

El gobierno está llamado a respetar y defender los derechos humanos, a defender los derechos de los pueblos y a crear las bases sociales, culturales y económicas. Para él es necesario desmantelar las estructuras paramilitares, lo que permitirá, entre otras cosas, proseguir con el tratado de paz. También se deben reanudar las conversaciones con el ELN y levantar las restricciones a la libertad de reunión y manifestación. Esto sería un gran paso hacia la autodeterminación y la autonomía de los grupos indígenas, que es lo que se está pidiendo. Además, el gobierno está llamado a contrarrestar la privatización de las telecomunicaciones.

En resumen, los hombres y mujeres de todas las edades reunidos en la Minga están protestando y exigiendo el cumplimiento de los derechos y la aplicación de las normas que ya les ha prometido el Estado. Además, hay manifestaciones en contra de los ajustes de la Justicia Especial para la Paz (JEP), ya que éstos destruyen la posibilidad de reparación y justicia dentro de la sociedad colombiana.

A partir de las numerosas manifestaciones y protestas, es evidente que existe un gran descontento en la sociedad colombiana. Las demandas de los movimientos de protesta siempre han sido una oportunidad directa para negociar con las agencias gubernamentales, pero los manifestantes siempre han sido reprimidos y atacados por las fuerzas de seguridad del estado.

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