Situación actual y problemas del acuerdo

Situación actual y problemas del acuerdo

Situación actual y problemas del acuerdo

El presidente actual Iván Duque anunció ya en la campaña electoral presidencial de 2018 que no aceptaría el acuerdo de paz en esta forma. Según él y sus votantes, los mayores puntos de crítica del acuerdo son el sistema de justicia especial y las leyes de amnistía para los ex miembros de las FARC-EP. Duque quiere ajustar el indulto de los JEP y los ex miembros de las FARC-EP serán extraditados por delitos graves, como los delitos sexuales. Como «hijo predilecto» del expresidente Uribe no es sorprendente que quiera romper el acuerdo de paz (cf. Brühwiller 2019:).

Pero hasta ahora, el presidente derechista Duque no tiene mayoría; el Congreso ya ha votado en contra de su veto. Se espera una votación del Senado. Si el Senado también vota en su contra, Duque no tiene más posibilidades de cambiar las leyes. Dentro y fuera del gobierno, las acciones de Duque se encuentran con la resistencia de los partidarios civiles, las FARC y otras partes. Los eurodiputados de España, Grecia, Italia, Irlanda, Inglaterra y Alemania escribieron una carta a Duque y Federica Mogherini en abril de 2019.  Es la Alta Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad.  En esta carta, los países apoyan una vez más el acuerdo y subrayan la necesidad de su cumplimiento (cf. Smolenski 2019:).

La situación actual es crítica. Los acuerdos no están siendo observados adecuadamente por el gobierno. La distribución de la tierra apenas ha mejorado desde entonces e incluso ha empeorado en algunos casos. La protección de lxs activistas y lxs miembros de las FARC es baja, los crímenes contra exguerrilleros y exguerrilleras apenas se notan y se resuelven. Además, no se pagan compensaciones y el acuerdo actual fue modificado varias veces por el gobierno en detrimento de las FARC. Por ejemplo, faltan proyectos sociales y económicos para la reintegración a la vida social. Especialmente alarmantes son los asesinatos registrados hasta ahora: 179 activistas sociales y 128 miembros de las FARC. Entre ellos se encuentra el hijo de seis meses del exguerrillero Carlos Enrique G., que vive en una zona de reintegración con su esposa (cf. Schnatterer 2019).

El número de personas desplazadas sigue aumentando. Además, tanto el partido de las FARC como lxs ex miembros de las FARC-EP parecen ser el objetivo del Centro Democrático, el partido de Duque, y los medios de comunicación los presentan como saboteadores de la paz. La situación se ha desarrollado en desventaja de las FARC desde el acuerdo y esto tiene sus efectos. 180 organizaciones convocaron a un paro general nacional el 25 de abril de 2019, con la participación de varios partidos, pueblos indígenas, campesinos y campesinas, afrocolombianos/as, sindicatos y estudiantes. Piden que se respete el acuerdo de paz y que se adopten medidas inmediatas que prometan la aplicación de los seis puntos principales. Este fue uno de los primeros movimientos de huelga importantes desde el rechazo del acuerdo (cf. Schnatterer 26/04/2019 America 21)

Es importante cumplir con el acuerdo, porque de lo contrario podría suceder que más y más miembros de EX-FARC se levanten en armas nuevamente. También envía una mala señal al grupo guerrillero ELN, todavía activo. Nadie concluye las negociaciones con un estado que no cumple sus promesas. El deseo de paz de las FARC en el momento del acuerdo era grande. En agosto de 2017, 13.049 combatientes capitularon temprano y casi 7.000 se ofrecieron como voluntarios/as en las Zonas Veredales. Sin embargo, en septiembre de 2018, menos de la mitad de las 7.000 personas todavía estaban en estas zonas, ya que a menudo la gente no tiene motivos para quedarse porque el gobierno no ha cumplido sus promesas. Unos pocos lo lograron y volvieron a la vida social, pero para muchos/as excombatientes su ideal y su familia se ha roto. Porque el gobierno no cumple sus promesas y la vida comunitaria entre exguerrilleros y exguerrilleras ya no es la misma. Están decepcionados. Esto hace que algunos vuelvan a la lucha y se puede observar que se están formando nuevas agrupaciones en Colombia. Gentil Duarte (antiguo partidario de las FARC) está tratando de formar una nueva guerrilla nacional, que actualmente tiene un estimado de 2.000 miembros activos/as en 13 de los 32 departamentos de Colombia (cf. Solidaritätsnetzwerk Kolumbieninfo 2019 y Guzman 2018 y Weber 2018; America 21).

El partido de las FARC promete continuar trabajando por la paz por medios políticos y trata de instar al gobierno a que tome medidas.

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