Habitantes de la regió
Habitantes de la regió
En esta zona existe desde hace mucho tiempo la tradición de que los agricultores se instalen y aprovechen la naturaleza y sus condiciones. Se establecieron en las áreas adyacentes al parque y también en las áreas protegidas. La mayoría de ellos provenían de Tolima, Boyacá y Cundinamarca, pero también algunos del distrito capitalino. En total hay cinco municipios en el departamento de Cundinamarca, seis en el departamento del Meta, un municipio en el departamento del Huila (Colombia) y dos pueblos en el distrito capital (Localidad 5 de Usme y Localidad 20 de Sumapaz) (cf. Sitio Web de Sumapaz). Si se suman todos los habitantes* de la región, hay unas 200.000 personas que dependen del suministro de agua del parque (Observatorio De Conflictos Ambientales 2017).
Un problema que surge en este contexto es el aumento constante de la población de la zona. Los pobladores recién llegados se encuentran principalmente en las áreas adyacentes o bajo la influencia del parque. Provienen, entre otros, del Eje Cafetero, Los Santanderes, Valle del Cauca, Cundinamarca, Boyacá y Antioquia. Se han establecido en granjas individuales, que producen productos agrícolas intensivos como la agricultura y la ganadería. Estos «nuevos» habitantes producen sus bienes para el consumo masivo en la ciudad, mientras que los habitantes tradicionales del interior de la región de Sumapaz producen para su propio consumo o para el intercambio con sus vecinos (cf. Sitio Web de Sumapaz). Debido a la orientación a los beneficios, las nuevas granjas continúan expandiéndose y les quitan la tierra a los pequeños agricultores. Por ejemplo, se cultivan nuevas variedades de papa, que también pueden crecer en regiones más altas. A largo plazo, esto conducirá a un mayor desplazamiento de la vegetación de Páramo (cf. Franke & Zimmermann 2012: 221). Debido a las buenas conexiones de transporte con Bogotá, el cultivo de papa se ha incrementado en un 30% en los últimos años (bservatorio De Conflictos Ambientales 2017). La expansión de la ganadería también contribuye al deterioro de la vegetación y a los cambios en el suelo. Esto se hace intensivamente en el valle y extensivamente en las laderas de las montañas. Al despejar los árboles para ganar espacio, las laderas de las montañas se vuelven cada vez más inestables y pueden producirse deslizamientos de tierra (cf. Franke & Zimmermann 2012: 221).
Cifras y datos sobre los habitantes: Sumapaz Daten.pdf (el enlace completo se encuentra al final de la bibliografía)